El Banco de Japón estudia nuevos estímulos
Los analistas creen que la entidad podría rebajar sus pronósticos en lo referente a la inflación que registrará Japón para el próximo ejercicio fiscal debido a los efectos de la caída del crudo.
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La reunión mensual de dos días de duración del Banco de Japón (BoJ) arranca hoy con la mirada expectante de los mercados financieros por la posibilidad de que la entidad anuncie a su término nuevos estímulos para contrarrestar los efectos de la ralentización global.
El principal foco del encuentro de la junta de política monetaria girará en torno a la necesidad de ampliar o no el actual programa de compra masiva de activos implementado desde la primavera de 2013 ante la actual tesitura económica, marcada por la caída de los precios del crudo y el frenazo de la economía china y otros emergentes.
Las turbulencias que ha generado esta situación en los mercados, unida al fortalecimiento del yen (divisa a la que recurren muchos inversores en tiempo de incertidumbre) hacen pensar que el BoJ podría activar algún recurso adicional dentro de su política monetaria ultraflexible.
Menores pronósticos de inflación
Los analistas creen que la entidad podría rebajar sus pronósticos en lo referente a la inflación que registrará Japón para el próximo ejercicio fiscal -que comienza el próximo 1 de abril- debido a los efectos de la caída del crudo.
Se espera que el BoJ sitúe la subida de precios en torno al 1%, por debajo del 1,4% que proyectó el pasado octubre, y que retrase aún más su meta de lograr una subida del IPC en torno al 2 por ciento para la segunda mitad del ejercicio o para 2017.
Esto daría argumentos al banco central japonés para emplear munición adicional dentro de su programa de flexibilización, que originalmente tenía previsto lograr ese 2% de inflación en 2015.
Sin embargo, y aunque la tendencia subyacente muestra una subida de precios, la inflación se mantiene actualmente en Japón en torno al 0% por los efectos del abaratamiento del petróleo.